lunes, 4 de octubre de 2010

Lean por favor!

Chicas, y tal vez chicos(: que leen mi novela, no sé si seguirá la historia de Vampire Song pero lo que sí tengo seguro: es que subiré una nueva, aún no sé el nombre pero he escrito algo de ella, se los pondría pero estoy que me ahogo en tareas y luego tengo que ir a hacer un proyecto a la casa de un amigo, quizá lo suba en unos días, espero que lo lean y por favor, esas lectoras invisibles comenten, se los pido. Gracias.

Anna

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Vampire Song Segunda Temporada: Epílogo: El Adiós

Me miraban angustiados mientras que yo sollozaba sin parar; no derramaba ninguna lágrimas en realidad pero la extrañaba mucho.
Tenía una herida abierta en medio de mi pecho que palpitaba y sangraba aún. ¿Cómo se suponía que pasaría la eternidad sin mi hermosa Dana.
-Ella también te debe extrañar en donde sea que esté -me dijo Alyssa.
La volteé a ver y ella retrocedió al ver el dolor que plasmaba a cualquiera que me viera.
-Tengo que irme -les dije antes de pararme.
James tomó mi hombro.
-Amigo, ella está bien.
Me deshice de su agarre.
-¡No! ¡Ella está muerta! -grité al mundo entero volteándolo a mirar fijamente. Sabía que mi mirada asustaba en esos momentos pero no me interesaba en absoluto, sólo quería que ella... que ella... no, que ella... La quería de vuelta.
Me tiré al suelo sin saber qué quería. No sabía si quería que ella regresara conmigo aun cuando si Natalia siguiera viva o que Natalia se llevara la vida de... Dana con ella.
Incluso pensar en ella me causaba un inmenso dolor.
-Creo que deberías quedarte aquí unos días -me aconsejó Aly, ella siempre sería como una hermana para mí. Se acercó a mí y me abrazó, protegiéndome entre sus brazos-. Todo acabó, Joseph. Deja que las cosas sigan su curso, ¿ok? -susurró en mi oído mientras yo me aferraba a ella.
-No quiero es el caso.
Me separé de ella lentamente tratando de no lastimarla.
-Tengo que irme -le dije-. Gracias, en serio pero debo irme.
Alyssa me sonrió.
-Adiós, Joseph.
-Adiós -se despidió James.
-Adiós -les dije antes de salir por la puerta.
Todo acaba de algún modo aunque no queramos y es imposible que algo dure para siempre, pero hay recuerdos que pueden guardarse por una eternidad.
Sonreí y vi a Dana sonreír en mi memoria.
Más sin embargo, el recuerdo de ver la casa de Alyssa y James quemarse con Dana dentro de ella no me hacía ningún bien.
-Adiós, Dana -dije al aire.

Vampire Song Cap. 008 Segunda Temporada

-Dana, he estado esperando este momento desde hace tanto tiempo -me dijo arrastrando las palabras, posando sus ojos solamente en mí con una mirada amenazadora.
Sabía que no aguantaría mucho pero tenía que hacer algo para que Joseph tuviera tiempo de irse antes de que ella acabara conmigo y después fuera con él.
Me paré del sofá, la mano del chico a mi lado me jaló suavemente hacia él esperando que yo desistiera y dejara que él terminara con aquello... pero sabía que no podría. Me aparté lentamente de Joseph mirándolo fijamente, su mirada era confusa, no sabía qué pretendía hacer yo. Le sonreí nostálgicamente y le hice un movimiento de cabeza apuntando a la puerta.
-No lo haré...
Dejé que sus palabras se desvanecieran en el aire.
-Te amo -dije en un susurro.
Borré la sonrisa de mi rostro, levanté mi cabeza en alto, respiré hondo y enfrenté a Natalia.
-¿Es que nunca te cansas de molestarnos? -le pregunté cansada de todo lo que nos había hecho.
-Es divertido, corazón -me dijo descaradamente caminando lentamente hacia mí.
-Bien, pues aquí se acaba el juego.
Me sonrió mientras me veía con ojos felinos. Se abalanzó sobre mí pero me quité rápidamente de ahí viendo cómo ella caía directame al suelo para reincorporarse tan rápido que ni siquiera me di cuenta.
-Pensaba que no cometías errores, Natalia -me mofé.
-Nadie es perfecto -me dijo sonriente, mostrándome sus filosos dientes.
-Tienes razón -le dije refiriéndome a ella.
Quitó su sonrisa y me miró a muerte.
Volteé a ver a Joseph quien se escabuía tratando de sacar a James y a Alyssa de la casa sin que Natalia se diera cuenta, él también me veía con cara horrorizada.
Esos pequeños segundos en sus ojos fueron tal vez los más felices de mi vida, aunque también los más horribles.
Sentí el duro golpe que Natalia arremetió contra mí antes de caer al suelo. Cerré los ojos, ¿para qué seguir viendo? Igual estaba muy débil para sobrevivir.
-¡NOOOOOOO! -escuché gritar a Joseph. Luego sólo oía el chirrido de algo metálico rompiéndose y un grito de Natalia.
Supe que todo había terminado.


Me levanté de ahí incorporándome lentamente. La casa estaba hecha añicos y había cosas tiradas por todas partes. ¿Dónde estaba?
Miré una foto semiquemada que estaba a un lado de la mesa del comedor y la recogí acercándola a mí para poder verla bien.
Las personas en la foto se me hacían extrañamente conocidos.
Saqué la fotografía del marco de cristal ultra delicado y me fijé que había unas letras detrás de ésta.

"28 de Septiembre de 2003. Joseph, Dana, Alyssa & James"

-Joseph... -repetí para mi misma.
Comtemplé el pequeño trozo de cristal que había puesto en el suelo después de quitar la foto de la madera y me vi. Entonces me reconocí como la chica de la foto, aunque no estaba segura de si era Dana o Alyssa.
Escuché el repiqueteo del agua cayendo sobre el techado y razoné que estaba lloviendo.
No me importó.
Salí de la casa dejando todo ahí excepto la fotografía que tenía en mis manos, no pensaba soltarla por nada del mundo.
Miré atrás cuando ya llevaba un largo camino recorrido y alcancé a mirar la casa que había dejado a mis espaldas. Me volví hacia el frente y seguí caminando.

domingo, 13 de junio de 2010

Vampire Song Cap. 007 Segunda Temporada

La vida es como un suspiro, nunca sabes cuánto va a durar pero existen varios tipos: los largos, los que significan dolor y desesperanza; los cortos, de cansancio o de aburrimiento y para mi propia maldita suerte, la tercera categoría: los que no sabes cuándo acabarán, esos que te quitan el aliento todas las noches. Por cierto, la vida también se clasifica de esa manera.
Lo peor de la tercera clase es que a pesar de todo, es buena, ya que no tienes tiempo de lamentarte porque queda poco tiempo o de disfrutar porque tienes mucho que vivir y eso te cega.
Ir al cine, aun cuando fuese de noche me hacía sentir diferente... humana.
Él a mi lado, caminando, tomados de la mano, pareciendo una pareja normal, sencilla y amándose con la mayor intensidad posible.
Sí, era eso. Lo amaba. No me cansaría de repetirlo nunca, incluso cuando ella había encontrado la manera de alejarlo de mí, cosa que pasaría después. No entendía cómo alguien se podía empeñar tanto en separar a dos personas que se amaban con tanta pasión por un simple berrinche; porque eso era, un berrinche, algo que quería obtener para cuando se aburriera desecharlo sin importar lo que significaba.
Suspiré.
-¿Estás bien? -preguntó mi amado.
-Sí... -contesté sumida en mis pensamientos.
-No es así. Dime, ¿qué pasa?
-Nada, es sólo que... ¿No te has preguntado dónde está? ¿O porqué no nos ha molestado estos últimos cinco años?
-¿Desde que estamos juntos?
-Sí -dije en un susurro.
-Debe estar muy molesta, preparando su venganza, tal vez. Es por eso que esa noche te dijo que estaríamos cuidándonos constantemente.
Cuidándonos constantemente. Sería él quien protegería a ambos. Yo, sin duda, no podría. Me desvanecería en el primer instante, en el primer golpe. Desde aquella vez que nos reconciliamos había dejado de beber sangre humana. Habían pasado cinco años desde entonces pero mi garganta seguía ardiendo tanto como la primera vez.
Volteé hacia otro lado. No podía mentirle viéndolo a los ojos. Él confundió mi expresión y pensó que estaba asustado. Me dio un abrazo, demasiado fuerte que temí caer ahí mismo. No tenía la misma fuerza, no me había adaptado de nuevo a tomar sangre que no fuese humana.
-Estoy bien -dije intentando apartarlo de mí.
-Y lo sé. Pero me siento protegido abrazándote.
Eso hizo que sonriera aun cuando no tenía sentido debido al dolor que estaba sintiendo por el abrazo... y por mentirle.
Acordamos que iríamos a ver a unos amigos de él que se habían convertido también en mis amigos después de la función y me encontré frente a la puerta de la casa de James y de Alyssa mucho antes de lo planeado.
-Dana, mucho tiempo sin verte -dijo Alyssa dándome un abrazo mucho menos fuerte que el de Joseph. Luego lo saludó a él.
Ella sabía mi secreto, yo misma se lo había contado y ella me había insistido en decirle pero yo me había negado rotundamente.
James me saludó y después a Joe.
-¿Qué tal les ha ido? ¿Nada de Natalia, aún?
-No -respondió Joseph.
-Tienen suerte. Normalmente no deja tanto tiempo para la víctima -dijo Alyssa.
-No sabemos cuándo será nuestro día -contesté.
Estaba ditraída, extrañamente distraída. Eso no era algo común en mí. Algo se movió en la ventana. Traté de ignorarlo pero no pude. Había algo ahí.
Tragué saliva. No podía ser ella. No podía ser posible.
-Agradecería que no hablaran de Natalia -dije en un susurro.
Sentí la mirada de Joseph sobre mí.
-¿Estás bien? -preguntó por segunda vez en la noche.
-No.
-Oh, Dios. Esto es hermoso. Las dos parejas preocupadas por Dana Roberts -dijo ella con sorna.
Lo sabía. No tuve que levantar la cara para saber quién era, sin embargo, lo hice. Esa voz tan horrible y suave era algo que no soportaba escuchar.
Sin lugar a dudas, volteé mi rostro hacia otro lado. No quería verla. Parecía inocente pero era muchísimo peor que Cruela de Vil.
El fin... el fin se acercaba.

Escribiendo..

Oops! Sorry por desaparecerme más de un mes pero como ya es el quinto bimestre en la escuela estoy llena de proyectos y normalmente en casas de amigos o en la mía llenándome la cabeza de cosas.
Waa! Menos de un mes y se termina toda la tensión.
Por lo pronto estoy escribiendo el séptimo capítulo.
Lo sé, el blog no tiene tantos seguidores pero sigo escribiendo porque sé que ha gente que no tiene blog y además porque constantemente me agregan gente que no conozco al msn y digo hola e instantaneamente me dicen "Amo tu novela" o cosas por el estilo.
Oh, gosh he estado viendo lo de la universidad porque mi mamá no me deja en paz y a cada rato me pregunta "¿Dónde vas a estudiar?" o algo parecido. ¿Sabían que existe la "Licenciatura en Letras"? Bueno, yo no, así que lo investigué y es para escritores, periodistas, etc. De verdad me emocionó y estudiaré en la UDEM; uh, me interesa mucho.
Seguiré escribiendo y se los subo en un rato, ¿va?
tt:AnniieM'

sábado, 1 de mayo de 2010

Vampire Song Cap. 006 Segunda Temporada

Joseph volteando hacia mí fue lo único que vi antes de desmayarme y perder la conciencia por lo que supuse fueron más de dos horas.
Empecé a abrir los ojos mientras jadeaba. Él estaba a mi lado como siempre y por un momento deseé nunca haberme ido.
Lágrimas cayeron lentamente por mis ojos cuando Joseph acarició mi cabello creyendo que yo seguía inconsciente.
Suspiró y dijo:
-Sé que estás despierta.
-Y yo sé que lo sabes... pero no quiero que esto acabe.
Joseph volvió a suspirar.
-No quiero pelear -dije.
-Yo tampoco.
Hablábamos en susurros, nadie quería echar a perder el momento.
-¿Sabes? Sé que no puedo dormir ni soñar pero todos los días imagino que vuelves a decirme esas palabras que trato de ignorar pero no puedo. Y ahora, estando aquí, me doy cuenta de que el error fue mío al no decirlas igual. Quisiera que no fuera tan tarde para decirlas.
-Nunca es muy tarde. Además, siempre hay un mañana.
Me senté en el sillón donde había estado acostada y me di cuenta de que aquel hombre que estaba en frente mío, había sido al que había amado tanto y al mismo tiempo odiado y que hoy me daba cuenta de que lo que en realidad sentía iba mucho más allá de lo que yo pensaba.
-Te amo -dije mirando fijamente sus ojos.
-Yo no cometeré tu error.
Besó mis labios tan dulcemente que pensé que me iba a romper del amor que mostraba en ellos. Se separó delicadamente de mí y contempló mis ojos.
-Eres lo que siempre soñé. La chica perfecta.
Sonreí.
-Hace unos años pensaba que eras la persona más horrenda y mala del mundo por convertirme en esto que soy y deshacer mis probabilidades de un futuro feliz. -Hice una pausa y continué hablando después de unos segundos-. Pero sé que de no haberme convertido no tendría un cuerpo de diecinueve años por casi treinta y dos años... y no te tendría a ti.
-Es hora de empezar de nuevo.
-No. Me gusta cómo han terminado las cosas.
-No han terminado. Natalia sigue allá afuera. Esperando el momento indicado para venir por ti.
-Y estaré lista para la batalla final.
-No quiero que sea lo último que veas.
-Yo tampoco. Quiero que seas tú lo último que vea.
-Y si yo tengo que morir para que eso pase... lo haré.
-La muerte todavía no llega y los humanos tienen que enfrentarla cuando llegue... pero nosotros nos tendremos toda la eternidad.
-Y más allá.
-Quiero verte todos los días de mi vida.
-Y yo a ti.
Besó mis labios una vez más y dijo las palabras más hermosas que allá escuchado en toda mi eternidad. Tan hermosas que parecían una canción. Nuestra canción.
-Te amo.

lunes, 29 de marzo de 2010

Vampire Song Cap. 005 Segunda Temporada

-Saldré unos momentos a la luz de la luna.
-Te acompaño -dijo Steve saliendo de la cocina.
-No. Estaré bien.
-Está bien.
Respiré hondo.
-¿Pasa algo? -preguntó preocupado.
-Todo. Pero no viene al caso -dije. Hice una pausa y después respetí-: Estaré bien.
Le regalé una sonrisa encantadora y él simplemente pasó delante de mí para abrirme la puerta. Al menos eso creía yo.
Abrió la puerta y ahí estaba él.
-¿Aún vas a salir? -preguntó algo molesto Steve.
-No pienso sufrir más. Me quedaré -dije. Subí las escaleras más rápido que un rayo y sentí cómo me tomaban del brazo en cuanto llegué arriba. Me volteó y me besó. Sentía esos labios que sólo había probado una sola vez y me lamenté por haberlo dejado ir.
Entonces volví a realidad y lo separé de mí.
-¿Por qué lo hiciste? -le grité.
-Ja, ¿yo? -dijo con sarcasmo y evidentemente molesto-. Tú eres la que has estado matando gente para beber su sangre todos estos años.
-¡Oh, vamos! No hemos matado a tanta gente -dijo Steve llegando por detrás de Joseph.
-¿Y tú? ¿Tú eres feliz ahora? -pregutó Joseph malhumorado.
La sonrisa malévola que tenía Steve se desvaneció por completo.
-¿No lo eres? -pregunté con un hilo de voz.
Después de tres años me daba cuenta de que tal vez había cometido el peor error de mi vida (y tal vez de la vida de él, también) al convertirlo.
-Lo siento, Dana -dijo Steve.
Cada fibra de mi ser se reunió para crear la ira que se acumuló en mi interior y que ni Joseph pudo parar. Me moví hacia Steve y lo tomé por la espalda. Oí cómo los huesos de su cuello tronaban y un desgarrador grito provenía de su garganta dándole fin al Steve que me había hecho pensar que era feliz conmigo durante estos años.
Caí de rodillas al suelo estando consciente de lo que había hecho. Pero no me importó.
-¿Y ahora que haces aquí? -le grité a Joseph.
-Te dije que te amaba. Que te estaría vigilando.
-Lo sé... -dije un poco más calmada.
-¿Y tuvo que pasar todo esto para que te dieras cuenta?
-Yo... De verdad, lo siento.
-Supongo que lo dices en serio.
-No quería convertirme en Natalia.
-Sin embargo, lo hiciste.
Mi cara de preocupación cambió a una de comprensión y luego a una de horror.
-Joseph, yo no...
-Ahórrate los comentarios -dijo claramente irritado.
Cerré los ojos con fuerza aún arrodillada en el suelo. Quería que todo desapareciera. Que todo fuera como antes de convertirme, con mis amigos, mis padres. Todo igual que antes.
Abrí los ojos. Tenía que enterarme de mi pasado.
-Joseph... -empecé a decir.
-Dije que te ahorrarás los comentarios.
Caminó hacia la puerta, me paré rápidamente y me obligué a gritarle:
-¡Quiero saber cómo es mi pasado!
Joseph se detuvo en la manija de la puerta.
Todo me daba vueltas y sólo los pensamientos de mi pasado eran los que pasaban en mi mente. Recuerdos de mi vida antes de Joseph...

lunes, 15 de marzo de 2010

Vampire Song Cap. 004 Segunda Temporada

Llevé a Steve a un lugar seguro en donde nadie lo viera esperando que despertara. Empezó a dar señales de vida después de casi una hora.

-¿Cómo estás? -pregunté cuando despertó.

-¿Qué me pasó?

-¿Qué recuerdas?

-No lo sé. Sólo que ella se acercó y... y la mató.

Tragué. ¿En serio le había hecho daño? No. Ja, el amor no es verdadero nunca, pensé amargamente.

-¿A quién? -dije casi riéndome. Su confusión me daba ganas de reír y no creí que esa fuera yo hasta oír su voz diciendo su nombre.

-Taylor... -susurró Steve.

Suspiré a punto de dar rienda suelta a mis pensamientos.

-No sé exactamente de qué es lo que viste o lo que pienses que viste pero yo estaba ahí. Vi cómo ella corrió y se fue. No sé para dónde. Sólo sé que ella se fue.

Aproveché que cuando estás iniciando a ser vampiro no recuerdas toda tu vida como humano, sólo los últimos instantes viviendo en ella.

-Ella te abandonó -dije en tono divertido.

Había algo en mí que me decía que parara con esta mentira. Que acabara con todo esto de una vez por todas antes de que todo terminara mal.

-¿Qué me hiciste? -dijo sollozando sin lágrimas.

Por un momento mi cara mostró preocupación y dolor ante su pregunta. Recuerdo habérsela preguntado alguna vez a Joseph.

-Lo siento -dije en un pequeño susurro.

-¿Por qué lo hiciste?

Mi rabia floreció.

-Esa es una pregunta que no debiste formular -dije peligrosamente.

El chico se hizo para atrás tanta como su posición le permitió tomando en cuenta que estaba sentado en la esquina de la pared de una vieja bodega abandonada cerca del parque.

Traté de tranquilizarme, no había necesidad de asustarlo.

-Ven -dije y le ofrecí la mano, él la tomó algo desconfiado y corrí más rápido que la luz llega a un cuarto oscuro.

Él lanzó un ruidito de sorpresa cuando avanzamos a tal velocidad.

-¿Qué soy? -preguntó después de unos momentos con ingenuidad.

-Un vampiro -respondí sonriente.

En su cara se formó una mueca de susto.

-¿A dónde vamos? -preguntó.

-A comer.

-¿Sangre?

-Eso creo -dije en tono obvio.

-¿No te sientes... culpable?

-¿De qué? -pregunté ingenuamente.

-De matar personas para comer.

-¡Hey! Tú no te sentías mal al comer carne de res aún sabiendo que para comerla tenían que matar al animal, ¿cierto?

-Nunca lo había pensado así.

Me encogí de hombros.

-Tengo tiempo de pensar -dije y vi una persona a lo lejos-. Mira, tú primera víctima. Es de noche así que no te verá hasta que estés enfrente de él.

El chico sonrió, creo que se acostumbraría.

Soltó mi mano y corrió hasta el chico de la acera de enfrente.

Aprecié sus dotes naturales en la manera en como le cortó el cuello y dejó que su sangre fluyera para que él la bebiese.

-Listo -dijo regresando a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja.

-Perfecto -dije y lo besé sin temor.


El tiempo transcurría sin remordimientos. Todo marchaba a su paso.

Chealsea se había apartado de mí en los últimos dos años debido al cambio pero Jason seguía a mi lado como el primer día. Le ocultaba mi secreto. Él no sabía nada y sólo sabía que Steve era mi novio.

Sí, Steve se había convertido en mi novio en los dos años que habían pasado y consideraba que pasarían muchos más hasta que me cansara de él y lo dejase marchar.


Steve separó sus labios de los míos con suma delicadeza.

-Llegó alguien -dijo fastidiado. Él odiaba que lo interrumpieran cuando me besaba.

-Espera a que toquen -dije y lo volví a besar. Entonces tocaron.

Resoplé con enojo.

-Ya regreso.

Caminé sin prisa hasta la puerta y la abrí.

-¿Qué quieres, Chealsea? -pregunté enojada.

-Quería recuperar a mi amiga -dijo llorando-. No quiero que seas ese monstruo en el que te has convertido. No me gusta que seas así.

-Aprende a vivir con las decepciones -dije fríamente.

-Olvida a Joseph -dijo casi gritando.

-No menciones ese nombre en mi presencia de nuevo si sabes lo que te conviene.

Ella no me tenía miedo así que no se estremeció ante mis palabras.

-¿Por qué cambiaste? -dijo un poco más calmada.

-Estaba aburrida.

-¿Y cómo es que te convenciste de que matar gente y beber su sangre en exceso sería divertido?

-¡Hey! Primero lo probé y luego ratifiqué mi decisión convirtiendo a Steve.

-Él tenía una vida feliz.

-Está más feliz conmigo.

Hubo un silencio que duró apenas dos segundos.

-Mira, Chels -la llamé como la había llamado años atrás-, termina la carrera que estás estudiando y sé feliz. Cásate si quieres pero no me digas cómo vivir mi vida. Soy mínimo seis años más grande que tú y no pienso dejar que me digas qué debo hacer así que, hazme el favor de irte de mi casa.

Chealsea se fue e ignoré con quién hablaba cuando la oí decir que lo había intentado.

Regresé con Steve al sillón y me senté.

-Chealsea está loca -dije más para mi misma que para Steve.

-No del todo -lo escuché decir.

-¿No estarás hablando en serio?

-No, claro que no -dijo riéndose pero esa felicidad de su sonrisa no le llegaba a los ojos aunque preferí seguir ignorando el hecho de que tal vez Steve fuese infeliz.

Me besó y sentí que algo en ese beso faltaba. Algo que no había sentido desde hacía años. Algo que la mayoría de las personas le denominaban amor.

sábado, 27 de febrero de 2010

Vampire Song Cap. 003 Segunda Temporada

Los días pasaron rápido. Él... él simplemente se fue... de nuevo, estaba cansándome de ello.
Yo estaba cambiando, no sé por qué, la comida humana ya no me satisfacía tanto como antes. Tenía que comer en grandes cantidades... solía hacerlo cuando nadie me veía.
Así que como todo en mi vida era triste, horrible, irreal... Bueno, para alguien normal, ¿qué tenía de normal y real mi vida? Lo único real era que Joseph no estaba aquí y pues entonces eso lo hacía convertirse en algo irreal.
Me sentía como la estúpida adolescente que sé que un día fui. ¿En realidad soy la misma? Ja, no. Por supuesto que no. ¿A quién se le ocurre semejante idea? Sólo a mí. ¿Para qué sirve la vida si a los 19 años despiertas en un cuarto oscuro convertida en vampiro y luego aparece Joseph...? Él... él que siempre estuvo ahí a mi lado y a penas en estos momentos me voy dando cuenta. Y es verdad. Él nunca me dejó a un lado... ni siquiera por Natalia. Por esa chica que había estado segura de que él amaba... pero no estaría segura nunca más. Él no me había matado aunque ella se lo pidió.
Pero para qué me hago ilusiones si sé muy bien que es porque él sería incapaz de matar a alguien. Además, él sabe muchas cosas que yo quisiera saber sobre mí y nunca me las ha contado.
Sí, él ha estado conmigo siempre pero sólo aplastándome más, llenándome con falsas mentiras. Y... me cansé. No tengo que ser como él. No tengo que vivir como él. Natalia no creyó más en sus mentiras y se fue. Eso fue lo que pasó cuando me desmayé aquel día. Sí. Y yo tampoco creeré más en las suyas. ¿Qué tal si ésto de no beber sangre humana me mata cada segundo, cada minuto de mi existencia y muere en poco tiempo? ¿Será esa la razón por la que Natalia empezó a consumir sangre humana en lugar de comida como yo? ¿O habrá sido que también empezó a no satisfacer su sed de sangre con comida corriente?
Suspiré. Sólo había alguien que podía responderme esas preguntas y esa persona no merecía mi confianza.
Así que tendría que juzgar yo misma.
Salí por la ventana de mi cuarto en la planta alta y corrí tan rápido que nadie humano me hubiera visto.
El parque. Mi destino. Casi nadie iba de noche y yo tenía mucha sed. Me había negado a consumir comida humana en los últimos días.
Alcancé a ver a una muchacha y a su novio besándose, lo que desbordó mi rabia y mi sed.
Me abalancé contra la chica y el muchacho empezó a gritar.
Me separé de la muchacha y el chico se sorprendió al ver que yo era tan joven.
-Te conviene callar -dije con una voz tan sombría que parecía irreal. Yo nunca había hablado así.
Dejé de escuchar los gritos del chico y me dispuse a terminar con mi víctima. La dejé sobre el suelo. No tenía nada de sangre en el cuerpo ahora.
Él chico sólo sollozaba.
-Contigo se puede hacer algo -dije examinándolo.
-¿Qué eres? -preguntó un tanto más aliviado el muchacho.
-¿Cómo te llamas? -cambié de pregunta.
-Steve -contestó él automáticamente.
La verdad, era muy guapo. El tipo de chicos que al lado de una chica le darían celos al novio. Perfecto para lo que lo necesitaba: darle celos a Joseph.
-Bien, ¿te parecería acompañarme durante toda la eternidad? -dije acercándome y acariciando su barbilla.
Steve no podía decir nada. Aproveché y lo besé. Éso lo haría aceptar mi propuesto sin ninguna oposición. Fui bajando mis besos hacia su cuello y por lo visto le gustaba ya que no se opuso para nada. Llegué dando pequeños besos a su cuello y sabía que Steve no le gustaría convertirse en esto pero, ¿qué más daba? Sin pensar en algo más encaje mis dientes en cuello y oí los gritos que provenían de su garganta.
Algo en mi interior me decía que ésto estaba mal. Pero en la situación en donde estaba era más lógico hacerle caso a los instintos que a los estúpidos pensamientos que me habían hecho enamorarme de Joseph.

sábado, 13 de febrero de 2010

Vampire Song Cap. 002 Segunda Temporada

-Hola -dijo Joseph en tono bajo para que Jason (que probablemente estaría despierto) no nos oyera.

-¿Qué haces aquí? -dije en el mismo tono.

-Dije que te estaría vigilando... sólo que no pensé que fueras a descubrirme.

En sus ojos se reflejaban la tristeza. ¿En realidad habrá dicho la verdad cuando dijo que me amaba?

-Bien, ¿puedo entrar? -preguntó ya que estaba afuera y platicábamos por la ventana.

-Sabes que no -dije cortantemente.

-Vamos, sabes que necesitamos hablar.

-No es así.

-Claro que sí.

Bajé mi mirada al suelo y le dije que tocara la puerta de entrada para abrirle como una persona normal.

Un segundo después -literalmente- escuché el timbre.
-Dana tocan la puerta -dijo Jason entrando a la cocina-. ¿Quién molesta a las 3 de la mañana?
-Iré a abrir -dije ignorando su comentario. No tenía humor para nada. En parte no quería abrirle a Joseph. Él siempre sería algo imposible para mí... incluso aunque me dijera que me amaba.
-Hola -dijo arrepentido cuando le abrí la puerta.
Jason sólo veía mi mirada triste.
-Pasa -fue lo único que alcancé a decir.
-Será mejor que me vaya -dijo Jason.
Abrí mi boca para decir algo pero la cerré de nuevo. Entonces, los celos de Joseph aparecieron. Era irónico, un vampiro sabe siempre lo que pasa y Joseph parecía cegado.
-¿Es tu nuevo novio? -dijo molesto.
-¿De qué hablas?
-Apuesto a que te acostaste con él hoy y por eso sigue aquí, ¿cierto?
Le dí una cachetada a Joseph con toda mi fuerza que, sinceramente, era mucha. Incluso para Joseph.
-Lárgate -le dije con la voz apenas controlada, un poco más y mi enojo iba a explotar.
-Oh, sí, ¿para poder estar con él a solas? No te preocupes, los dejo solos. No puedo creer el tiempo que pasé cuidándote de que Natalia volviera y te pudiera hacer daño si tú estabas muy feliz con otras personas.
-¡Exacto! ¡Con otras personas que no fueron y son tú! ¡Tú te fuiste! ¡Nunca apareciste!
-¡Dijiste que me fuera!
-¿Sabes por qué? ¡Porque te portaste como estos momentos! -grité y Joseph pareció entender al fin-. Nunca podremos ser felices -añadí bajando mi tono-, y menos si sigues viniendo a pelear solamente, Joseph.
Hubo un silencio que duró alrededor de 3 segundos. Luego, bajó su cabeza y dijo:
-Lo siento.
Después desapareció. No le importó que Jason estaba ahí. Él estaba dispuesto a irse y dejarme ser feliz, pero a veces su amor no podía dejar de sentirme cerca.
-Dana, ¿estás bien? -preguntó Chealsea, ella sabía mi secreto después de todo.
-No -dije en un susurro.
La última vez que había llorado había sido hacía años y esa había sido la última vez que lloré. No lo volvería a hacer nunca más, aunque quisiera, me era imposible.
Sentía esa presión en el pecho que me recordaba que aún tenía corazón, aunque sangre pura ya no corriera por mis venas.

viernes, 1 de enero de 2010

Vampire Song Cap. 001 Segunda Temporada

Después de tres años o quizás más, no llevaba la cuenta, daba igual. El tiempo como quiera pasaría y no podía hacer nada para detenerlo.

Era una chica callada, claro que si hubiera sido alguien normal estaría en una fiesta hoy, sábado por la noche, pero gracias a lo que me había convertido no estaría en una nunca más. Al menos hasta que no hubiera tanto riesgo.

Me senté a recordar toda las veces que había estado con Joseph, todas las palabras que le había oído pronuncias, todas ellas formaban su recuerdo perfecto. Ese recuerdo que estaría en mí por siempre. Porque cuando te desmayaste yo dije que te amaba..., oí decir en alguna parte de mí, no sé si en mi cabeza... o en mi corazón. Y entonces recordé un montón de frases de él, de Joseph. Sólo recuerda que te estaré vigilando, quisiera que él siguiera aquí y me vigilara, aunque yo ya no quisiera sufrir más.
También sus frases más divertidas e irónicas. No lo sé, un gracias, ¿tal vez?
Empecé a pensar en Natalia, ella había huido, o al menos eso quería ella que nosotros pensáramos. Tengo más que claro que va a volver para matarte. Tal vez ella volvería para matarme pero no lo sabía, no lo tenía claro, mejor dicho, ¿qué tenía claro? Nada, exacto.
Entonces en esos pensamientos aparecieron las últimas palabras que había oído de Joseph, esas que me daban la confianza que necesitaba cuando la necesitara: "Dana, te amo...".

-Yo también -dije inconcientemente.

Luego, en lugar de hacer un escándalo por encontrarme sentada diciendo eso, me limité a suspirar. No era la primera vez que pensaba o decía que lo amaba. Lo amaba, esa era la realidad. Desde que se fue todo había cambiado. Yo había cambiado mejor dicho. Incuso me había teñido el cabello de color café claro.

Oí mi celular sonar. A rara persona le daba mi número de celular. En realidad, con rara persona socializaba, como ya lo había dicho: era una chica callada, claro que amable si me hablaban o necesitaban de mi ayuda.

-¿Bueno?

-Hola, Dana.

-Hola, Chealsea.

Chealsea era de las pocas que sabían mi secreto.

-Oye, pensaba en pasar este sábado viendo películas, así que pensé en llamarte y que vinieras acá.

-Sería genial.

-¡Chealsea Brooks! No estarás invitando a nadie a la casa, ¿verdad? -oí decir a la que supuse era su mamá.

-No, claro que no madre -dijo con una risita nerviosa y luego volvió al teléfono-. Bien, ¿qué te parece en tu casa?

-Ok -dije riéndome.

-¡Hey! ¿Puedo invitar a un amigo?

-Em...

-Genial, gracias. Adiós -dijo y colgó.

Estupendo. Vendría un desconocido. Un total desconocido. Bueno, ¿qué podía pasar? Si me hacía algo simplemente le daba un "pequeño golpe". Claro, pequeño para mí.

El timbre de la casa sonó momentos más tarde y fue el que me sacó de mis pensamientos. Al fin dejaría de ser un desconocido el amigo de Chealsea.

Abrí la puerta y lo vi. Wow. Realmente era lindo, obviamente no tanto como Joseph.

-Hola -dije.

-Hola, Dana. Obligué a Jason a venir. Le dije que necesitabas un novio -dijo Chealsea.

Las mejillas se le tiñeron de rojo al pobre chico, si yo siguiera siendo humana me hubiera pasado exactamente igual.

-Soy Jason -se presentó.

-Dana -dije.

-Entonces rentamos algunas películas de camino para ver -dijo Chealsea quien traía una bolsa con muchas películas.

-Te vas a quedar a dormir, ¿cierto? -pregunté sin sorpresa alguna. Siempre que ella quería, dormía en mi casa. No entiendo por qué a una humana le gustaba quedarse en mi compañía.

-Sí, es que no hay nada interesante afuera.

-¿Entonces soy tu segunda opción? -dije bromeando.

-Si tú eres la segunda, yo soy la tercera -dijo Jason.

-¿Quién es la primera entonces? -pregunté riéndome sin esperar respuesta.

Las películas pasaron y pasaron. Ninguna película me asustaba. Había pasado cosas muchísimo peores, aunque ninguna de ellas se la había contado a Chelsea.

Cuando se acabaron todas las películas. Me levanté a apagar la televisión ya que estaban dormidos los dos. Al parecer, Jason también se iba a quedar a dormir.

Me dio hambre. Genial y tenía a dos humanos aquí. En frente de mí. Caminé, más bien corrí hacia la cocina a comer algo antes de que pasara algo.

Saqué lo que fuera y me lo metí a la boca, después me lo pasé de un sólo bocado.

-Wow, sí que tenías hambre -dijo Jason entrando a la cocina.

Hubiera deseado que él no viera éso.

-Em... sí -dije con la mejor voz que pude.

-No... -bajó la cabeza- no querías que viniera, ¿cierto? -preguntó y levantó la cabeza.

-No, no es eso. Es que hay un secreto que sólo algunas personas saben sobre mí y que planeo seguir guardándolo.
¡¿Porqué hablo tanto?! Hablé de más cuando dije el secreto, ¿que ni siquiera siendo vampira podía guardar el secreto?
Oí un movimiento afuera de la casa, exactamente en frente de la ventana de la cocina. Joseph. ¿Cómo es que me había encontrado?
-Jason, vamos con Chealsea, ¿quieres?
-Em... Claro.
-Está bien, voy para allá -dije y esperé a que saliera de la cocina-. ¿Qué quieres? -dije hacia la ventana de donde momentos después salió Joseph.
No me molesté en ser cortés, él rara vez lo había sido conmigo y yo no planeaba serlo en estos momentos. En realidad, él se había ido porque yo se lo había pedido pero aun así me había dicho que me estaría vigilando. Sólo... sólo llámame y vendré, dijo él cuando le dije que se ahorrara sus comentarios y se fuera. Todos los momentos los recuerdo tan bien. ¿Hubieron momentos felices? Si lo hubieron ya los olvidé, odio olvidar. Olvidando se olvidan muchas cosas, como tu vida humana, tal vez si hablaba con Joseph él me podría revelar varias cosas de mi vida humana. Sólo tal vez.
Los recuerdos de mi vida como humana son muy borrosos. Sólo recuerdo muy pocas cosas y de la nada, si trato de recordar y no puedo, simplemente no puedo. No sé por qué. Sería genial poder recordar aunque fuera algunas cosas, por más mínimas que fueran, de mi vida humana.
Espero qe les guste el primer cap de la 2da temporada :D comenten plzz! y ayudenme a hacerle publicidad al blog yo se las hare al suyo, plzz ayudenme!