miércoles, 29 de septiembre de 2010

Vampire Song Segunda Temporada: Epílogo: El Adiós

Me miraban angustiados mientras que yo sollozaba sin parar; no derramaba ninguna lágrimas en realidad pero la extrañaba mucho.
Tenía una herida abierta en medio de mi pecho que palpitaba y sangraba aún. ¿Cómo se suponía que pasaría la eternidad sin mi hermosa Dana.
-Ella también te debe extrañar en donde sea que esté -me dijo Alyssa.
La volteé a ver y ella retrocedió al ver el dolor que plasmaba a cualquiera que me viera.
-Tengo que irme -les dije antes de pararme.
James tomó mi hombro.
-Amigo, ella está bien.
Me deshice de su agarre.
-¡No! ¡Ella está muerta! -grité al mundo entero volteándolo a mirar fijamente. Sabía que mi mirada asustaba en esos momentos pero no me interesaba en absoluto, sólo quería que ella... que ella... no, que ella... La quería de vuelta.
Me tiré al suelo sin saber qué quería. No sabía si quería que ella regresara conmigo aun cuando si Natalia siguiera viva o que Natalia se llevara la vida de... Dana con ella.
Incluso pensar en ella me causaba un inmenso dolor.
-Creo que deberías quedarte aquí unos días -me aconsejó Aly, ella siempre sería como una hermana para mí. Se acercó a mí y me abrazó, protegiéndome entre sus brazos-. Todo acabó, Joseph. Deja que las cosas sigan su curso, ¿ok? -susurró en mi oído mientras yo me aferraba a ella.
-No quiero es el caso.
Me separé de ella lentamente tratando de no lastimarla.
-Tengo que irme -le dije-. Gracias, en serio pero debo irme.
Alyssa me sonrió.
-Adiós, Joseph.
-Adiós -se despidió James.
-Adiós -les dije antes de salir por la puerta.
Todo acaba de algún modo aunque no queramos y es imposible que algo dure para siempre, pero hay recuerdos que pueden guardarse por una eternidad.
Sonreí y vi a Dana sonreír en mi memoria.
Más sin embargo, el recuerdo de ver la casa de Alyssa y James quemarse con Dana dentro de ella no me hacía ningún bien.
-Adiós, Dana -dije al aire.

Vampire Song Cap. 008 Segunda Temporada

-Dana, he estado esperando este momento desde hace tanto tiempo -me dijo arrastrando las palabras, posando sus ojos solamente en mí con una mirada amenazadora.
Sabía que no aguantaría mucho pero tenía que hacer algo para que Joseph tuviera tiempo de irse antes de que ella acabara conmigo y después fuera con él.
Me paré del sofá, la mano del chico a mi lado me jaló suavemente hacia él esperando que yo desistiera y dejara que él terminara con aquello... pero sabía que no podría. Me aparté lentamente de Joseph mirándolo fijamente, su mirada era confusa, no sabía qué pretendía hacer yo. Le sonreí nostálgicamente y le hice un movimiento de cabeza apuntando a la puerta.
-No lo haré...
Dejé que sus palabras se desvanecieran en el aire.
-Te amo -dije en un susurro.
Borré la sonrisa de mi rostro, levanté mi cabeza en alto, respiré hondo y enfrenté a Natalia.
-¿Es que nunca te cansas de molestarnos? -le pregunté cansada de todo lo que nos había hecho.
-Es divertido, corazón -me dijo descaradamente caminando lentamente hacia mí.
-Bien, pues aquí se acaba el juego.
Me sonrió mientras me veía con ojos felinos. Se abalanzó sobre mí pero me quité rápidamente de ahí viendo cómo ella caía directame al suelo para reincorporarse tan rápido que ni siquiera me di cuenta.
-Pensaba que no cometías errores, Natalia -me mofé.
-Nadie es perfecto -me dijo sonriente, mostrándome sus filosos dientes.
-Tienes razón -le dije refiriéndome a ella.
Quitó su sonrisa y me miró a muerte.
Volteé a ver a Joseph quien se escabuía tratando de sacar a James y a Alyssa de la casa sin que Natalia se diera cuenta, él también me veía con cara horrorizada.
Esos pequeños segundos en sus ojos fueron tal vez los más felices de mi vida, aunque también los más horribles.
Sentí el duro golpe que Natalia arremetió contra mí antes de caer al suelo. Cerré los ojos, ¿para qué seguir viendo? Igual estaba muy débil para sobrevivir.
-¡NOOOOOOO! -escuché gritar a Joseph. Luego sólo oía el chirrido de algo metálico rompiéndose y un grito de Natalia.
Supe que todo había terminado.


Me levanté de ahí incorporándome lentamente. La casa estaba hecha añicos y había cosas tiradas por todas partes. ¿Dónde estaba?
Miré una foto semiquemada que estaba a un lado de la mesa del comedor y la recogí acercándola a mí para poder verla bien.
Las personas en la foto se me hacían extrañamente conocidos.
Saqué la fotografía del marco de cristal ultra delicado y me fijé que había unas letras detrás de ésta.

"28 de Septiembre de 2003. Joseph, Dana, Alyssa & James"

-Joseph... -repetí para mi misma.
Comtemplé el pequeño trozo de cristal que había puesto en el suelo después de quitar la foto de la madera y me vi. Entonces me reconocí como la chica de la foto, aunque no estaba segura de si era Dana o Alyssa.
Escuché el repiqueteo del agua cayendo sobre el techado y razoné que estaba lloviendo.
No me importó.
Salí de la casa dejando todo ahí excepto la fotografía que tenía en mis manos, no pensaba soltarla por nada del mundo.
Miré atrás cuando ya llevaba un largo camino recorrido y alcancé a mirar la casa que había dejado a mis espaldas. Me volví hacia el frente y seguí caminando.