lunes, 29 de marzo de 2010

Vampire Song Cap. 005 Segunda Temporada

-Saldré unos momentos a la luz de la luna.
-Te acompaño -dijo Steve saliendo de la cocina.
-No. Estaré bien.
-Está bien.
Respiré hondo.
-¿Pasa algo? -preguntó preocupado.
-Todo. Pero no viene al caso -dije. Hice una pausa y después respetí-: Estaré bien.
Le regalé una sonrisa encantadora y él simplemente pasó delante de mí para abrirme la puerta. Al menos eso creía yo.
Abrió la puerta y ahí estaba él.
-¿Aún vas a salir? -preguntó algo molesto Steve.
-No pienso sufrir más. Me quedaré -dije. Subí las escaleras más rápido que un rayo y sentí cómo me tomaban del brazo en cuanto llegué arriba. Me volteó y me besó. Sentía esos labios que sólo había probado una sola vez y me lamenté por haberlo dejado ir.
Entonces volví a realidad y lo separé de mí.
-¿Por qué lo hiciste? -le grité.
-Ja, ¿yo? -dijo con sarcasmo y evidentemente molesto-. Tú eres la que has estado matando gente para beber su sangre todos estos años.
-¡Oh, vamos! No hemos matado a tanta gente -dijo Steve llegando por detrás de Joseph.
-¿Y tú? ¿Tú eres feliz ahora? -pregutó Joseph malhumorado.
La sonrisa malévola que tenía Steve se desvaneció por completo.
-¿No lo eres? -pregunté con un hilo de voz.
Después de tres años me daba cuenta de que tal vez había cometido el peor error de mi vida (y tal vez de la vida de él, también) al convertirlo.
-Lo siento, Dana -dijo Steve.
Cada fibra de mi ser se reunió para crear la ira que se acumuló en mi interior y que ni Joseph pudo parar. Me moví hacia Steve y lo tomé por la espalda. Oí cómo los huesos de su cuello tronaban y un desgarrador grito provenía de su garganta dándole fin al Steve que me había hecho pensar que era feliz conmigo durante estos años.
Caí de rodillas al suelo estando consciente de lo que había hecho. Pero no me importó.
-¿Y ahora que haces aquí? -le grité a Joseph.
-Te dije que te amaba. Que te estaría vigilando.
-Lo sé... -dije un poco más calmada.
-¿Y tuvo que pasar todo esto para que te dieras cuenta?
-Yo... De verdad, lo siento.
-Supongo que lo dices en serio.
-No quería convertirme en Natalia.
-Sin embargo, lo hiciste.
Mi cara de preocupación cambió a una de comprensión y luego a una de horror.
-Joseph, yo no...
-Ahórrate los comentarios -dijo claramente irritado.
Cerré los ojos con fuerza aún arrodillada en el suelo. Quería que todo desapareciera. Que todo fuera como antes de convertirme, con mis amigos, mis padres. Todo igual que antes.
Abrí los ojos. Tenía que enterarme de mi pasado.
-Joseph... -empecé a decir.
-Dije que te ahorrarás los comentarios.
Caminó hacia la puerta, me paré rápidamente y me obligué a gritarle:
-¡Quiero saber cómo es mi pasado!
Joseph se detuvo en la manija de la puerta.
Todo me daba vueltas y sólo los pensamientos de mi pasado eran los que pasaban en mi mente. Recuerdos de mi vida antes de Joseph...

lunes, 15 de marzo de 2010

Vampire Song Cap. 004 Segunda Temporada

Llevé a Steve a un lugar seguro en donde nadie lo viera esperando que despertara. Empezó a dar señales de vida después de casi una hora.

-¿Cómo estás? -pregunté cuando despertó.

-¿Qué me pasó?

-¿Qué recuerdas?

-No lo sé. Sólo que ella se acercó y... y la mató.

Tragué. ¿En serio le había hecho daño? No. Ja, el amor no es verdadero nunca, pensé amargamente.

-¿A quién? -dije casi riéndome. Su confusión me daba ganas de reír y no creí que esa fuera yo hasta oír su voz diciendo su nombre.

-Taylor... -susurró Steve.

Suspiré a punto de dar rienda suelta a mis pensamientos.

-No sé exactamente de qué es lo que viste o lo que pienses que viste pero yo estaba ahí. Vi cómo ella corrió y se fue. No sé para dónde. Sólo sé que ella se fue.

Aproveché que cuando estás iniciando a ser vampiro no recuerdas toda tu vida como humano, sólo los últimos instantes viviendo en ella.

-Ella te abandonó -dije en tono divertido.

Había algo en mí que me decía que parara con esta mentira. Que acabara con todo esto de una vez por todas antes de que todo terminara mal.

-¿Qué me hiciste? -dijo sollozando sin lágrimas.

Por un momento mi cara mostró preocupación y dolor ante su pregunta. Recuerdo habérsela preguntado alguna vez a Joseph.

-Lo siento -dije en un pequeño susurro.

-¿Por qué lo hiciste?

Mi rabia floreció.

-Esa es una pregunta que no debiste formular -dije peligrosamente.

El chico se hizo para atrás tanta como su posición le permitió tomando en cuenta que estaba sentado en la esquina de la pared de una vieja bodega abandonada cerca del parque.

Traté de tranquilizarme, no había necesidad de asustarlo.

-Ven -dije y le ofrecí la mano, él la tomó algo desconfiado y corrí más rápido que la luz llega a un cuarto oscuro.

Él lanzó un ruidito de sorpresa cuando avanzamos a tal velocidad.

-¿Qué soy? -preguntó después de unos momentos con ingenuidad.

-Un vampiro -respondí sonriente.

En su cara se formó una mueca de susto.

-¿A dónde vamos? -preguntó.

-A comer.

-¿Sangre?

-Eso creo -dije en tono obvio.

-¿No te sientes... culpable?

-¿De qué? -pregunté ingenuamente.

-De matar personas para comer.

-¡Hey! Tú no te sentías mal al comer carne de res aún sabiendo que para comerla tenían que matar al animal, ¿cierto?

-Nunca lo había pensado así.

Me encogí de hombros.

-Tengo tiempo de pensar -dije y vi una persona a lo lejos-. Mira, tú primera víctima. Es de noche así que no te verá hasta que estés enfrente de él.

El chico sonrió, creo que se acostumbraría.

Soltó mi mano y corrió hasta el chico de la acera de enfrente.

Aprecié sus dotes naturales en la manera en como le cortó el cuello y dejó que su sangre fluyera para que él la bebiese.

-Listo -dijo regresando a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja.

-Perfecto -dije y lo besé sin temor.


El tiempo transcurría sin remordimientos. Todo marchaba a su paso.

Chealsea se había apartado de mí en los últimos dos años debido al cambio pero Jason seguía a mi lado como el primer día. Le ocultaba mi secreto. Él no sabía nada y sólo sabía que Steve era mi novio.

Sí, Steve se había convertido en mi novio en los dos años que habían pasado y consideraba que pasarían muchos más hasta que me cansara de él y lo dejase marchar.


Steve separó sus labios de los míos con suma delicadeza.

-Llegó alguien -dijo fastidiado. Él odiaba que lo interrumpieran cuando me besaba.

-Espera a que toquen -dije y lo volví a besar. Entonces tocaron.

Resoplé con enojo.

-Ya regreso.

Caminé sin prisa hasta la puerta y la abrí.

-¿Qué quieres, Chealsea? -pregunté enojada.

-Quería recuperar a mi amiga -dijo llorando-. No quiero que seas ese monstruo en el que te has convertido. No me gusta que seas así.

-Aprende a vivir con las decepciones -dije fríamente.

-Olvida a Joseph -dijo casi gritando.

-No menciones ese nombre en mi presencia de nuevo si sabes lo que te conviene.

Ella no me tenía miedo así que no se estremeció ante mis palabras.

-¿Por qué cambiaste? -dijo un poco más calmada.

-Estaba aburrida.

-¿Y cómo es que te convenciste de que matar gente y beber su sangre en exceso sería divertido?

-¡Hey! Primero lo probé y luego ratifiqué mi decisión convirtiendo a Steve.

-Él tenía una vida feliz.

-Está más feliz conmigo.

Hubo un silencio que duró apenas dos segundos.

-Mira, Chels -la llamé como la había llamado años atrás-, termina la carrera que estás estudiando y sé feliz. Cásate si quieres pero no me digas cómo vivir mi vida. Soy mínimo seis años más grande que tú y no pienso dejar que me digas qué debo hacer así que, hazme el favor de irte de mi casa.

Chealsea se fue e ignoré con quién hablaba cuando la oí decir que lo había intentado.

Regresé con Steve al sillón y me senté.

-Chealsea está loca -dije más para mi misma que para Steve.

-No del todo -lo escuché decir.

-¿No estarás hablando en serio?

-No, claro que no -dijo riéndose pero esa felicidad de su sonrisa no le llegaba a los ojos aunque preferí seguir ignorando el hecho de que tal vez Steve fuese infeliz.

Me besó y sentí que algo en ese beso faltaba. Algo que no había sentido desde hacía años. Algo que la mayoría de las personas le denominaban amor.