sábado, 27 de febrero de 2010

Vampire Song Cap. 003 Segunda Temporada

Los días pasaron rápido. Él... él simplemente se fue... de nuevo, estaba cansándome de ello.
Yo estaba cambiando, no sé por qué, la comida humana ya no me satisfacía tanto como antes. Tenía que comer en grandes cantidades... solía hacerlo cuando nadie me veía.
Así que como todo en mi vida era triste, horrible, irreal... Bueno, para alguien normal, ¿qué tenía de normal y real mi vida? Lo único real era que Joseph no estaba aquí y pues entonces eso lo hacía convertirse en algo irreal.
Me sentía como la estúpida adolescente que sé que un día fui. ¿En realidad soy la misma? Ja, no. Por supuesto que no. ¿A quién se le ocurre semejante idea? Sólo a mí. ¿Para qué sirve la vida si a los 19 años despiertas en un cuarto oscuro convertida en vampiro y luego aparece Joseph...? Él... él que siempre estuvo ahí a mi lado y a penas en estos momentos me voy dando cuenta. Y es verdad. Él nunca me dejó a un lado... ni siquiera por Natalia. Por esa chica que había estado segura de que él amaba... pero no estaría segura nunca más. Él no me había matado aunque ella se lo pidió.
Pero para qué me hago ilusiones si sé muy bien que es porque él sería incapaz de matar a alguien. Además, él sabe muchas cosas que yo quisiera saber sobre mí y nunca me las ha contado.
Sí, él ha estado conmigo siempre pero sólo aplastándome más, llenándome con falsas mentiras. Y... me cansé. No tengo que ser como él. No tengo que vivir como él. Natalia no creyó más en sus mentiras y se fue. Eso fue lo que pasó cuando me desmayé aquel día. Sí. Y yo tampoco creeré más en las suyas. ¿Qué tal si ésto de no beber sangre humana me mata cada segundo, cada minuto de mi existencia y muere en poco tiempo? ¿Será esa la razón por la que Natalia empezó a consumir sangre humana en lugar de comida como yo? ¿O habrá sido que también empezó a no satisfacer su sed de sangre con comida corriente?
Suspiré. Sólo había alguien que podía responderme esas preguntas y esa persona no merecía mi confianza.
Así que tendría que juzgar yo misma.
Salí por la ventana de mi cuarto en la planta alta y corrí tan rápido que nadie humano me hubiera visto.
El parque. Mi destino. Casi nadie iba de noche y yo tenía mucha sed. Me había negado a consumir comida humana en los últimos días.
Alcancé a ver a una muchacha y a su novio besándose, lo que desbordó mi rabia y mi sed.
Me abalancé contra la chica y el muchacho empezó a gritar.
Me separé de la muchacha y el chico se sorprendió al ver que yo era tan joven.
-Te conviene callar -dije con una voz tan sombría que parecía irreal. Yo nunca había hablado así.
Dejé de escuchar los gritos del chico y me dispuse a terminar con mi víctima. La dejé sobre el suelo. No tenía nada de sangre en el cuerpo ahora.
Él chico sólo sollozaba.
-Contigo se puede hacer algo -dije examinándolo.
-¿Qué eres? -preguntó un tanto más aliviado el muchacho.
-¿Cómo te llamas? -cambié de pregunta.
-Steve -contestó él automáticamente.
La verdad, era muy guapo. El tipo de chicos que al lado de una chica le darían celos al novio. Perfecto para lo que lo necesitaba: darle celos a Joseph.
-Bien, ¿te parecería acompañarme durante toda la eternidad? -dije acercándome y acariciando su barbilla.
Steve no podía decir nada. Aproveché y lo besé. Éso lo haría aceptar mi propuesto sin ninguna oposición. Fui bajando mis besos hacia su cuello y por lo visto le gustaba ya que no se opuso para nada. Llegué dando pequeños besos a su cuello y sabía que Steve no le gustaría convertirse en esto pero, ¿qué más daba? Sin pensar en algo más encaje mis dientes en cuello y oí los gritos que provenían de su garganta.
Algo en mi interior me decía que ésto estaba mal. Pero en la situación en donde estaba era más lógico hacerle caso a los instintos que a los estúpidos pensamientos que me habían hecho enamorarme de Joseph.

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